Es siniestra
tu forma de tocar. Cabrían
[mil infiernos en tus manos.
Te recreabas en mis temblores
y yo me cosí los labios
solo para recuperar la sensación
de (des)control.
Ya me había acostumbrado
a besarte
como un acto de fe,
a imaginarte
tan imperfecta como yo
en tus pecados
[radica tu esencia.]
En mis pesadillas más eróticas
derrumbo el altar en el que te encumbré
y volvemos a mirarnos a los ojos,
en medio del mundanal silencio.
Ya no eres la chica de la canción.
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