martes, 2 de diciembre de 2014

Mi mejor verdugo

He dicho "te quiero"
miles de veces
aunque ninguna en voz alta
como si al decirlo fuera a perder
ese derecho,
como si mi amor no fuese suficiente-
mente bueno o importante como
para tocar el aire,
como si no mereciese la pena y
a nadie le importase
                                              [escucharlo.

He gritado algún "te quiero" al borde
de un precipicio dentro de mi cabeza
en un lugar en el que lanzo el miedo al vacío
y lo único que queda
es amarte a cielo abierto.

He susurrado incoherencias buscando
atajos emocionales que no me expusiesen
a tu mirada a bocajarro.

Igualmente  me has fusilado,
solo que he sido tan cobarde
que ya van más de siete vidas 
y en cada una de mis muertes me he arrodillado, y tu,
cansada de este genocidio de mi,
cada vez me dedicas menos balas.

Has sido mi mejor verdugo,
con ningún otro he disfrutado tanto
ni he sentido tanto pánico.
Algún día mis últimas palabras 
serán un "te amo", o incluso un
"ti voglio bene assai".

Mientras tanto, 
no dejes de matarme con tu amor de guerrilla
que aunque no lo oigas
en otra dimensión me he quedado afónica 
de repetirte al oído que ese último latido
también iba por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario