Dicen que
un poema no se termina,
se abandona, y yo
abandono este verso como abandoné
las clases de piano por el calimocho
el baloncesto por los porros
y el japones por (aqu)el gallego.
Abandono.
Voy a por tabaco, querido verso.
Me voy con otro
más sonoro
y que me rima con todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario